miércoles, 4 de abril de 2012

Ánimo

    A menudo oímos decir: «Lo importante es estar animado». Sabemos muy bien que la mente desempeña un papel importante para tener una buena salud, y que es primordial afrontar con positivismo las dificultades. Sin embargo todo el mundo está seguro de que tiene razones para quejarse. «Si tuviese más dinero, un trabajo menos duro y mejor salud, todo iría mucho mejor». Pero es obvio que el dinero y el confort no lo son todo para ser feliz. Y aunque por fuera parezca que todo va bien, por dentro puede haber un gran vacío.

       ¿Qué se debe hacer entonces para mantener el ánimo? No es suficiente hacer un gran esfuerzo de voluntad o persuadirse cada mañana de que todo va bien. Se trata más bien de encontrar primeramente la paz de la conciencia y del corazón, la paz con Dios, llevando a Jesús nuestro pasado tal como es. A continuación podemos animarnos sometiéndonos al Señor, sabiendo que él tiene un programa lleno de sabiduría y amor para cada uno de nosotros. Jesús responde a nuestras preguntas relativas al presente y al futuro. Sólo seremos verdaderamente libres y felices si nos acercamos a Dios por medio del Señor Jesús.

       "Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús" (Hebreos 12:1- 2). "Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros" (1 Pedro 5:7).