Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
El nos guiará aun más allá de la muerte.
Salmos 48:14
En cada momento de nuestro pasar por esta vida, debemos sujetarnos a Dios. Es más fácil tomar las cargas que nos imponen, cuando Él nos ofrece su apoyo. Y por el contrario, todo se hace mucho más difícil cuando queremos enfrentar solos nuestros problemas.
Humanamente siempre buscamos amigos de confianza, o de años, o de la infancia, o del trabajo, o nuestra pareja, o nuestros padres, o alguna persona que pueda servirnos de pilar para soportar todos problemas y dificultades que van surgiendo a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, ninguno, por más buena predisposición, nunca podrá lograr el alivio que nos da nuestro Señor Jesús. El directamente carga con todos nuestros problemas y nos liberá de los mayores pesos.
Por eso, el versículo dice que Dios nos guiará, y será nuestro soporte y ayuda en todo momento.